Cap 62: Aprendiste a quererme, como yo aprendí a querer a la rosa, aún con la espina

___ (tn) tomó de la mano de Justin con una sonrisa y salió corriendo de ahí con él, ella tenía una idea y la iba a poner en práctica pero cuando llegaron al auto ella lo detuvo.

Tu: -sonrió- ponte esto –era un pañuelo blanco de una fina seda-

Justin: ¿Para qué? –le sonrió-

Tu: Es una sorpresa, ven –le dijo mientras le puso el pañuelo en sus ojos- ya esta –dijo terminando de hacer un nudo-  bueno, ¿Cuántos dedos tengo? –Dijiste poniendo tres dedos delante de él-

Justin: Mmm… –pensó- Tres –dijo con duda-

Tu: Estás viendo –le dijo con una sonrisa-

Justin: -rió con una carcajada- no

Tu: Jmm no te creo

Justin: ¿Por qué?

Tu: Porque acertaste casi nadie acierta a la primera

Justin: Soy Justin Bieber –dijo explicándose con bastante ego-

Tu: Y yo _____ (tn) –sonreíste- pero ya enserio vamos y si ves te juro que me daré cuenta Bieber

Justin: Ok, bueno, no veo

Tu: Bueno vamos -empezaste a caminar hacia el carro y Justin caminó a una dirección contraria enserio no veía nada-

Justin: ¿______ (tn)? –dijo llamándote-

Tu: Por aquí, ven –dijiste llevándolo por la espalda y lo montaste al auto-

Ibas conduciendo tranquila tarareabas cualquier canción que te acordabas el camino era largo y Justin se empezaba aburrir, no le diste importancia y reías por lo bajo ya que el pobre solo bostezaba, al rato de conducir por las grandes calles de Atlanta llegaron a su destino, a la sorpresa de Justin.

Tu: Llegamos –dijiste parando el auto-

Ayudaste a salir a Justin del auto y lo llevaste jalándolo de la mano hasta llegar, tu sonreíste al ver aquello que amabas, eso que te hacía recordar cada cosa que olvidabas, le soltaste el pañuelo blanco a Justin y él sonrió al ver su sorpresa era hermoso.

Justin: Es hermoso –dijo atónito-

Tu: Si, aquí te conocí cuando éramos niños –lo miraste de una forma tierna-

Justin: ¿Aquí? –Dijo sorprendido- pensé que la primera vez fue en casa de Caitlin y Chris

Tu: mamá cuando yo tenía 4 años me vino a dejar con Pattie y nos dio unos pasaportes, no teníamos plata y viajamos acá, ves aquella casa de allá –la señalaste era una cabaña muy linda estaba en la cima de una montaña el viento era cómplice de protegerla y no dejar que su madera se pudiera-

Justin: Si, ya me acuerdo –te sonrió- veníamos cada mañana antes de amanecer para ver como las flores abrían los pétalos uno por uno –dijo abrasándote por la cintura-

Tu: Si era hermoso, me encantaba esa sensación de tenerte conmigo cada mañana, éramos muy inocentes pero te confiero que “aprendí a quererte”… -Justin terminó mi frase-

Justin: “Como yo aprendí a querer la rosa, aún con la espina” –te susurró al oído-

Tu: -sonreíste al recordar a Justin enojándose con los hermosos rosales porque siempre se lastimaba su dedo al pincharse con la espina- si poco a poco hasta llegarte amar más que a mí misma –diste la vuelta para mirar su ojos verdosos con miel-

Justin: -te tomó de la cintura y te acercó más a él- Me molestabas mucho –te sonrió-

Tu: -sonreíste- me hacías reír y eras un tonto –volviste a reír-

Justin: -sonrió- sí, me encanta tu sonrisa, desde chicos

Tu: -te soltaste de Justin y recogiste la rosa que estaba a tus pies- ten –le diste un beso antes de dársela-

Justin: -la tomó entre sus manos y la oleo, él sonrió y mucho antes de lo que pensaban su debo derramo una gota de sangre, era mínima su herida no se veía, él soltó la rosa cayendo a tus pies y le sonreíste-

Tomaste su mano con delicadez y ternura, te acercaste su dedo a tu boca y besaste su herida mientras lo veías y él te veía a ti, bajaste su mano y la colocaste en tu cintura la otra la sujetaste con su otra mano y la otra la colocaste en su hombro, empezaste bailar lento con él, mirabas sus ojos, su rostro, sus labios, colocaste tus manos alrededor de su cuello y el bajo su otra mano a tu cintura donde la otra se encontraba, sentías miles de mariposas revolotear en tu estómago, te amo, te susurraba al oído una y otra vez, tal vez mañana ya no te acordarías de él pero mientras estés segura de quién era ibas a estar con él, te acostaste en su pecho y te depositó un beso en tu pequeña cabecita, después levantaste el rostro y lo besaste, suave y delicado, un beso que demostrara que lo amabas y que pase lo que pase lo seguirás amando. Lo seguiste besando mientras caminaban dentro del camino de rosas, claveles, tulipanes, violetas, todas esas flores que eran testigos de su amor, tu te alejaste con una sonrisa y te mordiste el labio le volviste a sonreír y lo tomaste de la mano llevándolo corriendo a su hogar, donde una vez pertenecieron y lo seguirán haciendo.

Al llegar a esa cabaña sacaste una pequeña llave de tu bolsa que llevabas en tu >>“pantalón”<< y al entrar el lugar estaba lleno de velas, rosas blancas y rojas por doquier, habías llamado para preparar una cena a Caitlin y Ryan pero naams era mejor que ustedes estuvieran ahí.

Tu: Bienvenido Joven –le abriste la puerta con una sonrisa-

Justin: Es hermoso –te abrazo por la cintura-

Tu: Si y es tuya esta noche –sonreíste al ver sus ojos brillando-

Justin: No –sonrió- será nuestra esta noche –y te besó cerrando la puerta que estaba detrás de él-

El la besaba de una forma delicada, cada paso que daban hacia la sala apagan cada vela encendida en esa habitación, siguieron besándose y riéndose hasta llegar a la habitación donde te quedaste parada viendo aquella habitación fina, con los rosales entrando entre la madera, aquellas grandes ventanas y sus cortinas de una fina seda, las velas y los pétalos en la cama daban ese detalle romántico que necesitaban el viendo hacia estremecer las copas de los árboles dándole una música dulce a sus oídos, Justin se quitó su abrigo y lo lanzó a una silla cerca de la puerta, te quedaste parada viendo la cama, pensando en ese amor tan profundo que le tenías a Justin, cerraste los ojos y sentiste como el besaba tu cuello y como bajaba hasta tus hombros desasiéndose de tu abrigo dejándote con el corto bralet negro que llevabas, la empezó a besar y él pudo notar que estabas nerviosa Justin sonrió con ternura y te llevó hacia la cama lento y delicado al llegar te acostó como si te fueras a quebrar, podían sentir sus corazones agitados y sus respiraciones sincronizabas, Justin besaba tu estómago, tu cuello y tu ombligo, era una representación erótica entre sus besos, pues poco a poco el ambiente empezaba a ponerle la piel chinita. Te amo, susurraba mientras la veía a sus ojos y juntaba sus frentes, ella sonrió mientras las manos de él bajaban y dibujan su cintura poniéndole la piel de gallina,  el dibujo un camino de besos hacia su cuello y lentamente con suma delicadeza y cuidado deslizo una tira de su bralet negro. Luego la otra & este lentamente cayó al piso dejando ver su hermoso & pequeño cuerpo frente a él. El maravillado la observo por un segundo, era perfecta, era preciosa, no podía creer que estuviera con él, la amaba tanto que la respetaba aún así aunque se amarán entre ellos. No había forma de detenerse, ninguno quería parar. Él la beso tan intenso y fue bajando hacia su pecho, luego hacia su vientre y beso de nuevo delicadamente su pequeño ombligo. Una descarga eléctrica se apropio de su cuerpo, ella soltó un gemido de placer cuando él la abrió de piernas y se coloco entre ellas.

 Tu: por favor… - gemiste excitantemente.

Y entonces el entro. No de golpe, lo hizo con cuidado y ella soltó un grito apasionado y clavo sus uñas en su espalda. Volvió a empujar suavemente, ella abrió más las piernas y el junto sus manos con las suyas. En el silencio de aquella habitación se podía oír el latido de aquellos corazones temblorosos. Cuando eyaculo en ella, ella prácticamente se desarmo, la miro fijamente, ella volvió a gemir y supo que le había dado placer. Se retiro de ella.

Ella termino cansada no podía ya más, cayó profundamente dormida entre sus brazos, el abrazo su pequeño cuerpo contra el suyo dulcemente y deposito un pequeño beso en su frente, despacio y tierno.

Él no podía soportar la idea de que mañana no lo recordaría, y lo único que podía hacer era creer en cuanto la amaba.

(...)

Justin se despertó te miró y seguías acurrucada entre las sábanas, él se levantó con una sonrisa y se fue a dar una ducha, _______ (tn) le tenía ropa en el mueble de baño, él sonrió y se la colocó, después salió y se puso a cocinar, él no sabía pero hacía todo para complacer a su ______ (tn).

Tu: JUSTIN –gritabas su nombre con lágrimas en tus ojos- JUSTIN –volvías a gritar-

El tiró todo y dejó lo que estaba haciendo para irte a ver salió corriendo a dónde estabas y estabas hecha un puñito en una esquina de la cama, estabas nerviosa y miles de lágrimas recorrían tu fino rostro, pasaba lo que Justin no quería ella había olvidado donde estaba pero estaba segura de lo que hizo anoche y con quién lo hizo estaba segura de que lo amaba. Él se acercó a ella y la abrazó, estaba desnuda aún pero eso no le impidió abrasarla y besarla.

Justin: Tranquila –te besó- aquí estoy yo –secó tus lágrimas y te demostró una sonrisa-

Tu: ¿Dónde estoy?, ¿Qué hago aquí? –Dijo agitada por su llanto-

Justin: Vinimos ayer, aquí vivimos cuando éramos chicos y tu me tenías una sorpresa al traerme

Tu: -Se tranquilizó- Justin…

Justin: Te Amo _____ (tn) te amo –te lo susurro y te besó acostándote en la cama y acariciando tu cabello y embriagándote con su olor entre sus brazos.

Al pasar las horas ustedes desayunaron juntos, se sentaron en el corredor de aquella cabaña mientras él te abrasaba y tú te recostabas en su hombro, después fueron a caminar entre las flores.

Tu: Me encantan las flores y a ti –dijiste tomada de su mano-

Justin: Son hermosas pero tu eres mi flor preferida –dijo mirándote a los ojos-

Tu: Te amo –le dijiste sonriéndole-

Justin: Yo te amo mas –te besó en medio de los rosales-

Tu: Justin este será nuestro lugar secreto, cada vez que me enoje contigo tráeme acá y si tu lo haces conmigo lo haré yo también –lo miraste-

Justin: Me parece una gran idea, me gusta

Tu: Se hace tarde y hace frió –dijiste abrasándolo-

Justin: Vamos

Ustedes se dirigieron al auto sin más que decir y salieron de ese lugar tan hermoso, tu llevabas el abrigo de Justin y él en el camino te cantaba.

A veces olvidar a alguien es recordarle para siempre…

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