Cap 19
-Bueno solo digo que debes casarte o te decapitan –dijo
serio-
-Lo sé –dije apoyando mis codos en la mesa- Necesito tiempo
-Ve donde tu padre, dile que estás lista para casarte, Miley
seguro te apoyará
-No quiero casarme sin amor –le confesé-
-No podemos entrar en amor u odio en este momento _______
-me explicó-
-Pero si soy infeliz que hago ¿matarlo? –Dije enojada-
-Pues –se encogió de hombros-
-Puede que haya arreglado algunas naciones de ese modo pero
no, jamás un matrimonio así –me justifiqué-
-Bueno, solo, ni siquiera lo dije
-Bueno lo intentaste –le dije segura-
-Ok, bueno, ya, cuando irás donde tu padre
-Hoy mismo
-Bien y yo… -dijo mirando a los pequeños-
-Irán a la habitación principal, no te preocupes que las
mucamas ya te vieron y mi hermana te conoce solo ignora a mi nana Carolina, si
le vas a hablar solo tenle miedo –dije levantándome- a las sirvientas trátales
con respeto diles madame o hermosas, con respeto Jeremy –dije amenazándolo-
-Bien, entendido –dijo haciendo seña de capitán-
-Bien, nos vemos pronto
Lo abracé e imaginé que no se lo esperaba, después de todo
nunca lo hacía, me despedí de los pequeños y salí hacia mi habitación, me puse
un vestido largo, verde, no se me veía mal pero si era como de Fiona, se los
aseguro pero me gusta el amor verdadero de Fiona, es tierno y a la vez verdad, las
mucamas me punzaban y me cosían, me sentía incomoda, mi nana como siempre me
salva así que terminó de vestirme
Vestido:
Al terminar solo peinó mi cabello y colocó la corona,
después bajé casi corriendo quería llegar a tiempo ya que me quería ir rápido,
mi hermana me miró extrañada pero no podía decirlo de mi plan, que me casaría,
y que sería con órdenes de mi padre, si, si, ya sé, pero ni modo, debo hacerlo
sino quedo sin cabeza, literalmente.
Llegué donde me esperaba el Roll Royce y me subí, le dije
que me llevara al castillo de Viena y el aceptó, claro, con una cara no muy
contenta sino algo dudosa ya que nunca iba muy seguido.
Llegué al castillo y con algo de miedo les dije a los
guardias que llamaran a todos, bueno a mi padre y a mi abuelo y claro a su
esposa, la reina. Al entrar a la gran sala estaban Justin con una sonrisa y sus
2 amigos de mirones, yo sonreí al verlos, no sé, fue seguro el instinto que me
hizo reaccionar de esa forma, escuché unos pasos tras de mí y seria mi fin, me
negaba a esto pero realmente quiero que José Ángel de la Torre pague.
-Buenos días –dijo su voz algo sorprendida con malicia-
-Buenos días –dije dándome vuelta seria-
-¿Qué se le ofrece? –Preguntó la reina con una sonrisa-
-Me gustaría hablar en privado –le dije a mi padre-
-Dímelo aquí –dijo con una sonrisa sarcástica-
-Bien –dije nerviosa viendo a todos lados-
-¿Qué sucede?
-Quiero que… -dije muy nerviosa-
-¿Qué?
-Que busques a mi prometido
Todos se exaltaron ya que no se esperaban eso y menos con la
ayuda de mi padre.
-¿Casar? –dijo entre cortado mi abuelo-
-Asentí con la cabeza-
-Bien –sonrió mi padre- ¿con quién?
-A eso vengo –me expliqué- a que busques a mi… -no quería
decirlo- eso
-_______ -me miró mi abuelo y casi lo mato con la vista-
-Bien, ahora mismo te busco alguien –dijo viendo a los
chicos-
-Bueno –dije desganada-
-Así que te casas –dijo mi abuelo con una ceja levantada-
-Esto no está bien, esto no está bien, esto no está bien,
esto no está bien –decía caminando de un lado para otro acariciándome la
cabeza ya que el dolor volvía, los miré
indecisa y ellos medio sonrieron, con miedo diría yo- ¿lo está? –Les pregunté y
se encogieron de hombros-
-Ay Dios –dije desganada tirándome al piso-
-¿te quieres casar? –preguntó mi abuelo riendo-
-No –le dije triste- no lo sé –le dije indecisa-
-¿Por qué buscas de tu padre si estoy yo, tu abuelo? –dijo
sin entender-
-No entenderías –dije acariciando mi cabeza entrecerrando
los ojos-
-¿Y él sí? –Buen punto-
-lo fulminé con la mirada-
-Bien eso responde a la pregunta –rió sentándose con los
chicos-
-No quiero –le respondí triste-
-Ya lo hiciste –mi abuelo era mi mejor amigo desde que murió
Nathan, es como un chiquito en realidad es el mejor-
-Esque los hombres son tan tontos, babosos, analfabetas
muchas veces y… -miré a los chicos quienes estaban mirándome mal-
-Ustedes no –dije con una sarcástica pero no me refería a
ellos-
-Yo no soy baboso –dijo Justin ceñudo-
-No –dije con una sonrisa-
-Enserio, no lo soy –repitió-
-Y yo digo, no –repetí- mi voz puede sonar sarcástica muchas
veces –le expliqué con tono burlón-
-Aja –dijo sin creerlo y reímos-
-Bueno, entonces ve con tu padre hija, él sabrá quien
-No él no sabe –me crucé de brazos como niña pequeña-
-Ven –les explicó a los chicos-
-Hija –llegó mi padre por detrás-
-Usted –le dije con una sonrisa muy sarcástica yo diría que
bastante-
-Su prometido es…
“No siempre tomamos las mejores decisiones”