Princess Killer {Bieber y tu} //Fin Maratón//

Cap 20

-¿Él? –Dije casi sin aliento-

-Si –dijo llamándolo y abrió sus grandes ojos celestes, los tenía lindos-

-No –dijo casi en susurro-

-Tampoco –dije de la misma forma que él-

-¿Entonces? –Preguntó mi abuelo-

-La boda será dentro de 2 semanas –dijo Pattie-

-Bien –dijimos sarcásticos-

-Morgen (buen día) –dijo mi padre haciendo una reverencia dejando el salón-

-Esto no puede ser peor –exclamé a todo pulmón-

-Gracias –dijo sarcástico-

-No me mal interprete –le sonreí- no es por usted es por la boda

-¿La fecha?

-No –negué con la cabeza-

-¿entonces?

-Todo –sinceré-

-rió- tranquila

-Usted es muy bueno –le dije sarcástica-

-Lo sé –dijo con ego-

-Y lo ven –les dije a los chicos y a mi abuelo-

-Ya, ya, tienes que arreglar todo mi niña

-No –dije haciendo mala cara negando con la cabeza-

-Si –dijo el sonriendo-

-No se mortifiquen aún, el día no llega

-­­_______

-Pasa rápido –dijo uno de los amigos-

-Lo sé, pero por ahora mantengan la calma –dije sonriéndoles-

-Bien, la calma, hoy será la cena –dijo mi abuelo-

-La cena –abrí mis ojos como platos- no

-Sí, hoy será

-No

-sí _______

-No –volví a negar-

-Que sí, vístete bonita

-Bueno –dije cabizbaja-

-Dile a tu hermana

-Intentaré –dije de mal humor-

-Bien –dijo mi abuelo serio-

-Adiós –dije caminando limpiando una lágrima que caía deslizándose por mi mejilla-

No sabía porque lloraba, no era por felicidad, eso téngalo por seguro, no estoy contenta, me estresa esto, ni siquiera puedo ser feliz yo sola ahora con alguien, no, yo soy muy difícil para que alguien me apoye, la verdad me sentía destrozada.

Llegué al auto y el guardaespaldas me abrió la puerta, notó algunas lágrimas así que las secó y me sonrió, yo lo hice de vuelta, le sonreí, después el chofer sabía dónde llevarme así que ni le dije, tampoco estaba en condiciones para hablarle.

Al llegar al castillo de un empujón de puerta salí del auto después las grandes puerta de la entrada se abriendo mi hermana estaba enfrente, ceñuda, yo corrí hacia ella y la abracé mientras que las lágrimas recorrían mi rostro, una por una.

No quería hablarle a nadie, no me sentía en condiciones para eso así que corrí a mi habitación y me quité aquel estorboso vestido, después el corset y me puse el pijama, después me senté en la tina del baño, ¿Por qué me sentía tan mal?, ¿Qué ocurría conmigo?, agarré mi muñeca y sin querer empecé a cortarla, hacerle marcas, ya me era de costumbre y cuando empezaba me costaba parar.

Me levanté de la tina y limpie todo después corrí hacia mi cama y aunque aún fueran las dos de la tarde me tiré en ella, no a dormir, a llorar, a llorar por una razón que ni yo entendía, solo eso hacía llorar, sin descanso alguno.

Narra Justin

-Justin –entraron a mi habitación-

-Ajá –estaba viendo una muñeca-

-Ella no te va hablar –dijo en tono de broma-

-reí-ya lo sé –dije mirándola-

-¿De quién es?

-De mi esposa –le confesé-

-Ah? –dijo sin entender-

-Bueno con quién me casaré

-Ves mi rostro –él lo miró- es de que no entiendo ni J de lo que dices –dijo señalándose-

-Una vez vi a una chica, éramos niños y yo fui a su casa ya que mi madre tenía que visitar a no sé quién, no me acuerdo y empezamos a jugar, cuando me iba nos alejaron y yo sin querer agarré la muñeca y nunca más la volví a ver y desde ahí juré que me casaría con ella –expliqué con una sonrisa-

-Así que… -dijo uno de mis amigos-

-Así que creo sé quién es, pero solo creo, ni siquiera sé si estoy cerca

-¿Te acuerdas como era ella? –lo miré con algo de ilusión pero era recordándome de ella no a mi amigo- Yo no soy, Justin –dijo ocultándose tras de un almohadón-

-Claro que no, no te pongas bruto –le pegué-

-¿te acuerdas?

-Solo de los ojos –sonreí-

-Te enamoraste de ella y aún sigues –sonrió-

-Si –dije triste-

-¿Qué te pasa?

-No lo sé, ya mejor cambiemos de tema

-Bueno yo me iré un rato –me sonrió y se fue-

Narra ________

-________ -me susurraron-

-Ah? –Dije al despertar-

-Despierta

-No quiero –dije con repugnancia-

-A ver ven –dijo tomándome de las manos-

-Hay –me quejé-

-Tus muñecas –dijo mirándome raro-

-Si –le dije con miedo-

-¿Por qué?

-Larga historia –le dije sin ganas de hablar-

-A ver –caminó hacia el armario-

-No –dije agarrándolo del brazo pero se soltó-

-Pero que… -dijo sorprendido-

-Te dije que no lo abrieras –le regañé con una sonrisa-

-¿Son tuyas? –Dijo con una sonrisa-

-Sí, desde chica –reí-

-Oh –dijo con una sonrisa-

-¿Qué haces aquí?

-Quería hablar contigo –dijo cerrando el armario-

-¿Sobre qué?

-¿Te quieres casar?

-Para ser honesta no –le confesé- ¿y tú?

-Sí pero no contigo, no lo mal intérpretes, eres hermosa y muy simpática pero no quería que esto fuera así –dijo sentándose conmigo en la cama-

-Si lo sé –le dije con pena- ¿de dónde eres?

-De Ontario –rió-

-Oh, ¿de Standford? –le pregunté con una sonrisa-

-De ahí mismo –rió-

-Igual que Justin –recordé-

-Así es, somos amigos desde chicos –me contó-

-¿Estás de visita?

-Sí, allá tenía una vida, hasta me iba a casar, pero no creo que era la indicada y me vine con la mentira de venir a ver a mi amigo, lo quería ver, solo que también quería escapar –reímos-

-Lo entiendo –reí- Usted está enamorado –vi sus ojos fijamente-

-¿Cómo lo sabe?

-Sus ojos –reí- tienen un brillo especial es eso o estabas llorando –fruncí el ceño riendo-

-Tal vez lo esté

-De Miley –reí-

-No –se puso rojo-

-No estas rojo porque no es cierto, los vi en el baile, bailaban música lenta y reían y ayer, sus ojos confirmaron lo que hoy le estoy diciendo

-No soy el único –rió-

-¿Qué quieres decir?

-A ti te gusta alguien

-Imposible

-Demuéstrelo –rió-

-No me gusta a Justin –me crucé de brazos-

-Yo no dije de quién su majestad –rió a carcajada limpia-

-No es posible su teoría príncipe Ryan –reí-

-Le repito, demuéstrelo –levantó una ceja-

-¿Es usted mentiroso?

-Tal vez –rió-

-Ahí esta –reí-

-Nunca miento en el enamoramiento o el gustar de alguien –confesó-

-Bien –reí- Acércate a mi hermana –reí-

-No puedo, es casada, de seguro su esposo me mataría

-¿Rodrigo? –dije ingenua- ese no mata ni a una mosca –reí- es un tonto que le da vuelta con la primera

-Es un tonto –rió-

-Alguien que me entiende

-No solo yo le entiendo su alteza

-Explíquese –le sonreí-

-Mañana la espero lista a las 8:30

-¿De la mañana? –pregunté molesta-

-Si –rió-

-No –negué con la cabeza-

-Soy su prometido, así que se alista y nos vamos, nos vemos más tarde princesa –dijo besando mi mano con una sonrisa haciendo una reverencia y después se marchó-

-¿Y este quién se cree? –Dije para mí misma volviendo a recostarme en mi cama-

Me acosté de nuevo pero esta vez sin poder conciliar el sueño, todo me daba vuelta ya que aún no me tomaba la pastilla de la migraña, me dio flojera la verdad, me daba vuelta para un lado, vuelta para el otro y nada, Dios, iba a matar a Ryan, en broma, claro, me levanté y justo mi nana tocó la puerta, me dijo que tenía que alistarme porque esta noche teníamos la cena de compromiso, claro no lo dijo así estaba enojada y también porque vio a Jeremy y ella bien sabe que es el papá de Justin, pero yo no puedo decirle la verdad a Justin, que va a decir de mí, ¿qué me acostaba con él?, no, terrible así que acordamos que esta noche no saldría o bueno a menos de que yo quiera llevarme a Justin y le diga que su padre y hermanos están aquí, ay no lo sé todo es tan confuso y mi cabeza está a punto de explotar.

Cuando estaba lista mi nana besó mi mejilla, yo le sonreí, sabía que no iba a estar muy enojada pero si debo decir que debo quitarle el cepillo de sus manos, pega duro jaja, bajé sin importar que tuviera una sonrisa, al bajar mi hermana estaba sorprendida y todos los del castillo de Viena estaban ahí, incluyendo a Justin, no se veía así, muy feliz pero ahí estaba y era algo que me agradaba.

Vestido:

-Buenas noches princesa –hicieron una reverencia-

-Buenas noches –dije indiferente ven como mi humor cambia con la presencia de mi padre-

-Ya hemos llamado algunas diseñadoras de bodas y programadoras y… -Pattie tenía cierta ilusión-

-Mamá pareciera que la boda es tuya –dijo riendo-

-Ella es de la familia –sonrió-

-Gracias –le dije con respeto-

-De nada, ahora, Ryan levántate –dijo sonriendo-

-Voy –dijo sonriendo perezosamente-

-Bueno, mira Miley él es el prometido de tu hermana –sonrió-

-Tú –dijo susurrando triste-

-Mucho gusto –dijo cabizbaja-

Noté como sus cambios de humor se fueron al suelo, odiaba ver a las personas así y más si era por mi culpa, imagínenme ahí sintiéndome como un ser miserable, como mi padre.

-Por favor –le ordené- no quiero que lo llamen mi prometido –se sorprendieron-

-¿por qué? –preguntó mi papá algo molesto-

-Porque ya di una orden –dije molesta-

-Pero él… -iba a empezar una discusión pero mi hermana lo interrumpió-

-Creo que ya escuchó a mi hermana –me abrazó por los hombros- no se diga más –dijo mirándolo mal-

-¿Te quedó claro? –le dije

-Si –me dijo levantando una ceja-

-Bien –dijo Pattie calmándonos- pasemos a cenar

-Bien –le dije entre dientes-

-Bien –le dijo el de la misma forma-

Nos encaminamos a la mesa, yo estaba incómoda ya que mi hermana estaba en la delantera de la mesa, Justin y yo a un lado y Ryan, mi padre y Pattie al otro, me estresaba estar así, no me gusta, me enoja, me hace sentir incómoda, más de lo que ya estaba. El chef sirvió los platos junto con otros de sus estudiantes, eran guapos y aprendían en mi castillo ya que en el de Viena mi padre los sacaba, cólera, así pasamos la cena la madre de Justin sonreía mucho, me gustaba eso de ella y mi padre estaba serio, no me importaba, después de todo no estamos en buenas condiciones para que lo haga así que el en su sopa y yo en la mía, al terminar levantaron la mesa y nos dieron el postre, todo transcurrió igual, escuchaba las respiraciones entre cortadas de Justin, cuando lo miraba de reojo solo veía el postre, jugaba con él, no sabía que le pasaba, Nathan no era así, yo lo recuerdo diferente o bueno Justin tiene 19 años y Nathan tenía 9 años así que 10 años es Muuuucha diferencia, volvieron a levantar la mesa y esta vez nos levantamos, caminamos hacia la sala y me senté, me quedé ida viendo las imágenes que había en ella, estaba mi hermana de pequeña, mi madre junto a mí, hasta una vez que ella me enseñó a pedirle deseos a las estrellas con el ¿puedes, puedes, puedes?, extrañaba esos momentos, compartir con alguien que en verdad me quiere, sentir su calor a mi alrededor y escuchar sus risas en las mañanas, sin duda la necesita y me sentía menos cada vez que miraba alrededor, Ryan ya había colocado el anillo en mi dedo, me daban ganas de arrancarlo y colocárselo a mi hermana, me levanté de aquel lugar en donde no encajaba y me fui a la cocina, cogí un bote de helado y una cuchara enorme, los chefs se reían y yo me reía con ellos, tal vez no hacía falta casarme, eso pensaba una y otra vez mientras miraba aquel hermoso anillo, si estaba hermoso, brillante, con un diamante pero yo no era quién debía tenerlo, sé defenderme yo sola, nunca he creído en algo como el matrimonio, muchos me han dicho que por miedo, ¿a qué?, a que sucediera lo mismo que yo he vivido, no quiero niños, con costos y me aguanto y no quiero depender de alguien, que no amo.

-Así que aquí estabas –dijo sentándose delante de mí quitándome el balde de helados-

-Hey –sonreí quitándoselo- si aquí estaba –dije cogiendo un poco de helado para luego levantarme y sacar del refri otra cubeta de helado y una cuchara-

-Princesa, ¿puedo hacerle una pregunta? –Dijo cogiendo el balde de helados y la cuchara-

-Claro –le sonreí-

-¿Qué  oculta tras esa puerta? –dijo mirándola misteriosa-

-reí- esa no es su pregunta –dije con un poco de helado-

-rió- amo su sonrisa –dijo con un pintoresco reflejo de tristeza evadiendo el tema-

-miré a todos lados y los chefs nos veía con una sonrisa- Y yo la suya –le susurré riendo-

-rió comiendo el helado-

-Parecemos depresivos –dije riendo mientras lo miraba comer helado-

-rió- nos haremos como bolas si seguimos así

-Está rico –me quejé- cuando hagan el vestido de novia no entraré –reí-

-Si –dijo triste comiéndose una cucharada de helado-

-¿Qué le sucede príncipe Justin? –le dije mirándolo extrañada-

-Nada –suspiró-

-No se ve bien –dije triste-

-No lo estoy –hizo una sonrisa forzada-

-¿Por qué? –pregunté sorprendida-

-No lo sé, culpa del helado –me hizo sonreír- enserio –dijo con una sonrisa hermosa-

-Tienes unos ojos hermosos –dije mirándolo a los ojos-

-Los suyos son misteriosos, ¿cuántos secretos debe tener su majestad? –dijo mirándome-

-Más de lo que imaginas –le susurré mordiéndome el labio-

Justin bajó la cubeta de helados y la puso en la mesa, yo hice lo mismo y tomé de su mano, no sé qué era lo que hacía, tal vez no era adecuado pero ¿quién habló de educación?, soy joven, si no comentes errores, no aprendes.

“Misterios… en tus ojos”

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Bueno chicas espero les guste, Gracias por su apoyo en verdad se los agradesco, son las mejores, comenten bastante si tengo 5 o mas subo capitulo nuevo así que a aliarse para comentar jaja... Las re mega archo contra amo chicas, en verdad, se los agradezco, las quiero mucho mucho y bueno nos vemos pronto, cuídensen y la mejor de las suertes!!

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Comentarios:

Yurena:  Heyy!! Acá estoy de nuevo jaja!! Espero que haya gustado, duré mucho pero bueno acá está recién hechito jaja.. Si verás que si lo haré, seguido y misteriosos :D…. Si, ya me hacias falta eh espero y no te vuelvas a ir, si te entiendo los exámenes son lo peor yo estuve en las mismas pero bueno acá estamos, yo??, bueno ahí vamos, decisiones que debo tomar muy difíciles, la verdad me han dicho que aguanto mucho para como estoy pero bueno espero que todo empiece de nuevo y que sea para mejor, porque odio sinceramente mi vida en estos momentos si no fuera por ustedes la verdad no tendría el valor para nada!! Y tu linda como va todo??

Aldy: Holii!! Jajaja, He estado un poco mejor, me encanta que te hayas pasado por mis novelas, gracias, la verdad que todas me dan ese apoyo que necesito, son las mejores, no tengo palabras para agradecerte por todo lo que me ayudaste solo espero que puedas confiar en mi, acá estoy para ayudarte en cualquier cosa… Te sorprendiste he?? Ajaja no te iba a contestar pero no porque no quiero sino para el suspenso jaja tu me has dejado igual con tus noves que espero y sigas porque enserio estoy por la mitad del río de lágrimas debo terminarlo xD… Jajaja es igual al de fiona, por alguna razón soy igual que tu, me cuesta imaginarme la ropa, todo jaja y cuando la imagino es completamente distinto jajaja el mundo esta al revez…  Se llama Po jaja el Gordo Po, jaja me gusta no he escuchado ese nombre para una mascota jajaja único… y tus mascotas como se llaman??, Jaja no al contrario no me cansas me gusta hablar con vos, yo también te quiero mi Aldy, ya sabes que podes confiar en mi, yo te ayudare y apoyaré, yo también te deseo mucha suerte, un besote y muchas letritas de amor

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